8 de noviembre de 2007

“Autocrítica de la Pasión Pura”

El hombre Latino y su autoridad moral...


Muchos autores sostienen que el prócer de la Independencia de América del Sur, fue el Libertador Simón Bolívar... un hombre latinoamericano, prototipo de los grandes hombres que ha sembrado esta noble tierra.
Sin embargo su hazaña no lo libra de haber emulado el comportamiento de muchos latinos por quienes hoy en día se nos tilda de apasionados y débiles de carácter. En efecto, tras el Libertador descansa la imponente figura de su amante y gran amor: Manuela Saez, la heroica y apasionada quiteña que “liberó” al libertador de su estructura europeizada, aportando elementos de una moral muy cuestionada por las clases sociales dominantes en aquel entonces.
Hoy en día, la gran mayoría de nuestros líderes, comenzando por los jefes de familia, carecen de autoridad moral; concepto asociado a la credibilidad y que nace de la coherencia entre las palabras y los hechos y del comportamiento con los discursos. El fuerte machismo y fanfarronería, lo debilitan principalmente en materia sexual.
La raíz del problema, es que el hombre latinoamericano se cree incapaz de controlar su propia naturaleza. Esa errada creencia de tiempos antiguos, le roba su hombría y dificulta el fortalecimiento de su carácter, transformándolo paulatinamente en un títere que depende de sus pasiones. Lamentablemente, compensa esa debilidad con la tiranía que ejerce sobre su mujer e hijos, situación que es respaldada por la conducta femenina, la que tiende a adoptar una actitud pasiva, para adquirir una “cierta superioridad moral” ante los ojos del varón. Esta actitud no hace más que fortalecer la debilidad de carácter en los hijos que educa, en el seno de la familia.
Por otra parte, la “incontinencia sexual del latino” deriva en lo que se ha denominado la Paternidad Irresponsable de hijos ilegítimos y familias abandonadas, desde donde se genera la miseria física, emocional y espiritual que afecta a nuestra sociedad. Aun en las familias “bien constituidas”, la inconstancia e infidelidad de nosotros, los hombres latinos, no hace más que aumentar la falta de compromiso emocional con la pareja y familia, generando una permanente inseguridad y resentimiento en la mujer y los hijos.

Por Avedelsur

2 comentarios:

Polvorilla dijo...

Lealtad;respeto y amor todo ello en plural, son los ingredientes necesarios para que las parejas se sientan bien establecidas.
La cultura machista solemos designarla al varón, pero en mi humilde opinión hay muchas mujeres machistas, que son las grandes castradoras.

La ignorancia mata.

Un fuerte abrazo.

Teperepe dijo...

Interesantïsimo tema, me lo bebí.

Saludos