25 de diciembre de 2011

Educar para la Bondad, la Verdad y la Belleza:


La Axiología, corresponde al estudio de los valores; una disciplina que ya no se observa en los planes y programas académicos de muchas pedagogías, salvo en el estudio de la Ética. Pues bien, el estudio contemporáneo de la teoría axiológica, nos plantea que tanto el escepticismo como el relativismo de este mundo intercultural, han alejado al hombre de una visión orientada a los valores esenciales del Ser: la Verdad, la Bondad y la Belleza, aspectos inherentes al desarrollo espiritual de todas las culturas.

Hemos perdido el conocimiento y la certeza de nuestra profunda vinculación con el Universo. Nos hemos extraviado y carecemos de un mapa para retornar a las fuentes del saber. Esa tarea queda en manos del despertar espiritual, pero en una sociedad escéptica, este corpus de conocimientos se nos presenta como algo ajeno al modelo de hombre exitoso que la publicidad ha consolidado. Debemos encontrar el sentimiento de entusiasmo por la Verdad y lo Verdadero, esa euforia que nos impulsa a la búsqueda del saber.

La Educación actual no nos aporta este entusiasmo, pues el conocimiento viene digerido y encapsulado. Los alumnos no buscan el saber, no quieren conocer; ellos van a las aulas a que se les “enseñe”. No van a aprender. No van acompañados de una actitud proclive al aprendizaje, porque su mente no está educada para ello. El problema es que nadie nos “enseña” a desarrollar una mentalidad disciplinada. No sabemos pensar ni logramos dominar nuestra mente para que deje de pensar. Sin un líder, un Yo superior, sólido y permanente, la mente egótica nos piensa de acuerdo a nuestros sentimientos egoístas, los que a su vez no se corresponden con nuestros sueños y anhelos. Nos falta la Bondad.

Quien no aprenda a sentir y a emocionarse con aquello que anhela, no podrá generar pensamientos afines a sus sueños. ¿Pero…cómo soñar si la mente solo recibe información inmediata que requiere decodificación continua? La mente carece del filtro necesario para sintetizar el conocimiento que nos hace falta, la pieza del rompecabezas que necesitamos para reorganizar el mundo desde nuestra perspectiva. No nos han educado para trabajarnos una mentalidad sintetizadora, sino una mentalidad expansiva, en continuo crecimiento, mentalidad que termina colapsando al sujeto y forma neuróticos en potencia.

Para alcanzar esa capacidad de síntesis, debemos aplicarnos a desarrollar una mentalidad creativa, y nuevamente nos encontramos con otro obstáculo: La educación actual mata la creatividad y nos aleja de la belleza.

¿Y entonces qué nos queda? Pues, volver a los valores generales: La Verdad, la Bondad y la Belleza; las tres caras de la divinidad. La materia de la que están formados los sueños. Para acercarnos a ellos, debemos cultivar una mentalidad respetuosa y ética, que actúe conforme a sólidos principios y que busque el bien común.

Los Sentimientos disparan pensamientos y estos “liberan” emociones. Finalmente estas emociones se traducen en acciones. Las acciones repetitivas, se transforman en Actitudes. Por eso la actitud es el aroma de tu corazón.

Por Avedelsur.