Es importante destacar que autoestima y asertividad no es lo mismo que narcisismo y agresividad. Mientras el narcisismo es el grandioso sentido de la propia importancia, la autoestima es el aprecio hacia uno mismo – pero incluye el respeto y aprecio hacia los demás. La asertividad es una forma de autoafirmarse: de hacerse valer y conseguir lo que es justo, pero sin agresividad y conservando el respeto hacia los demás. Quizás aquí está la llave por qué el arte marcial tradicional aumenta la asertividad, pero disminuye la agresividad: muchas personas son agresivas precisamente por una falta de autoestima; sus sentimientos de inferioridad no permiten otra conducta, sienten una necesidad de denigrar a los demás para sentirse mejor o superior ellos (afán de superioridad). Por eso, una persona con buena autoestima no tiene necesidad de ser agresiva. Curiosamente, aunque se supone que el arte marcial prepara para enfrentarse a un posible ataque, algunos alumnos (sobre todo los jóvenes) comentan que se ven menos implicados en luchas callejeras. ¿Por qué? La práctica del arte marcial, a la hora de aumentar la autoestima y auto confianza, puede dar una sensación de mayor capacidad para defenderse, y ésta se traduce en una actitud más tranquila y a la vez más resuelta a la hora de encontrarse con un posible atacante en la calle, y éste, al percibir esta actitud, puede desistir de antemano. Es importante tener en mente: La asertividad previene un ataque, mientras que la agresividad lo provoca.
De lo anteriormente dicho podemos de deducir que el arte marcial es beneficioso para el bienestar psicológico en personas sanas y puede tener efectos psicosociales muy positivos en niños y adolescentes con problemas, porque aumenta la autoestima y la asertividad y disminuye la agresividad y la disposición violenta. Además, no es una actividad exclusivamente para niños y adolescentes intrépidos. También es una práctica de la cual pueden disfrutar y beneficiarse adultos de todas las edades; aunque se recomienda, igual que para cualquier otra actividad deportiva, hacerse un reconocimiento médico previo y escoger un estilo que use elementos tradicionales, técnicas vigorosas pero no violentas y un contacto físico muy controlado.
Aporte de la Escuela Tradicional de Aikido “Bushido” de Chiloé.
De lo anteriormente dicho podemos de deducir que el arte marcial es beneficioso para el bienestar psicológico en personas sanas y puede tener efectos psicosociales muy positivos en niños y adolescentes con problemas, porque aumenta la autoestima y la asertividad y disminuye la agresividad y la disposición violenta. Además, no es una actividad exclusivamente para niños y adolescentes intrépidos. También es una práctica de la cual pueden disfrutar y beneficiarse adultos de todas las edades; aunque se recomienda, igual que para cualquier otra actividad deportiva, hacerse un reconocimiento médico previo y escoger un estilo que use elementos tradicionales, técnicas vigorosas pero no violentas y un contacto físico muy controlado.
Aporte de la Escuela Tradicional de Aikido “Bushido” de Chiloé.
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