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5 de enero de 2011

TALLERES DE VERANO


TALLERES PARA UNA VIDA PLENA

¿Estás siempre tratando de llegar a otro lugar distinto de donde estás? ¿Son la mayoría de tus acciones sólo un medio para conseguir un fin?

¿Pospones siempre la satisfacción o la reduces a breves placeres como el sexo, la comida, la bebida, las drogas o las emociones intensas y la excitación?

¿Estás siempre centrado en conseguir, alcanzar y llegar a ser, o, alternativamente, estás buscando una nueva emoción o placer?

¿Crees que si adquieres más cosas te sentirás más realizado, serás lo suficientemente bueno o estarás psicológicamente completo?

¿Esperas que un hombre o una mujer le den sentido a tu vida?

Te invitamos a la aventura de buscar respuestas a estas y otras interrogantes, a través de los Talleres de verano que organiza la Agrupación para la Difusión del Aikido.

A partir del lunes 17 de enero

Lugar: Dojo de la Escuela “Bushido”

Los Cavada 342 (Frente al Terminal Cruz del Sur) Ancud-Chiloé


12 de noviembre de 2010

Dukkha: La enfermedad del Siglo XXI


Dukkha (La insatisfacción de no encontrar el sentido a la vida; una angustia de naturaleza existencial)

Hace 2500 años que Buda, meditando en los tormentos del alma, descubrió la cura para esta enfermedad que hoy en día vuelve a surgir con mas fuerza. ¿Veamos en que consiste...?

El síntoma: La Insatisfacción

Al respecto dice Buda a sus discípulos: Toda existencia es insatisfactoria "Esta es, oh monjes, la noble verdad sobre el sufrimiento. El nacimiento es sufrimiento, la vejez es sufrimiento, la enfermedad es sufrimiento, la muerte es sufrimiento, convivir con lo indeseable es sufrimiento, separarse de lo deseable es sufrimiento, no obtener lo que se desea es sufrimiento. Todo conlleva sufrimiento, la existencia y sus partes son sufrimiento."

La prognosis: El sufrimiento puede ser vencido

"Esta es, oh monjes, la noble verdad sobre la supresión del sufrimiento. Esta cesación es posible eliminando nuestro deseo, librándose del deseo-apego, abandonarlo para siempre, no dándole acogida en nosotros."

La prescripción: Seguir la vía del Óctuple Noble Sendero.

"Esta es, oh monjes, la noble verdad sobre el camino que conduce a la supresión del sufrimiento, hacia la iluminación, el nirvana, El camino de las ocho ramas, el sendero óctuple, por ejemplo:


-Comprensión correcta (conocer y entender de forma recta las nobles verdades y el dharma)

-Pensamiento correcto (no ceder a los deseos o al odio)
-Palabra correcta (no hablar en exceso o inútilmente, no mentir...)

-Acción correcta (no matar, robar, herir, violar...)

-Ocupación correcta (ganarse la vida de forma digna sin hacer daño a otros)

-Esfuerzo correcto (recanalizar los malos instintos y alimentar los buenos)

-Atención correcta (estar consciente de los acontecimientos externos, mentales, emocionales y corporales)

-Concentración correcta (meditar con aplicación y buena aspiración, sin desear sólo el propio despertar)".

13 de marzo de 2009

¿Quieres más de lo mismo?


Es tu elección seguir viviendo la vida que llevas. Solo debes dejarte llevar por la inercia que has mantenido hasta este momento. Sigue pensando en lo mismo y continua anhelando un cambio y sufriendo porque éste no llega. Así se equilibran las fuerzas en la naturaleza y tú atraes exactamente aquello que NO QUIERES.

¿Sabias que para provocar una vibración de alta frecuencia requieres de mucha energía?
Pues bien…tú puedes elevar tus patrones de vibración, en la MEDIDA QUE CONCENTRES TUS ENERGIAS EN AQUELLO QUE REALMENTE ANHELAS Y NO EN LO QUE TE DESAGRADA. Pero aprende a pedir. Aprende a concentrar tus energías con una actitud positiva. No te lamentes por lo que no tienes, más bien AGRADECE por lo que tienes y ALEGRATE por lo que llegará, y ten certeza de ello. A ésta actitud, los Cristianos le llamamos FE.

Ya se que este cuento lo has escuchado muchas veces y pareces no creer en mis palabras, porque incluso a mi me sonarían a cantaleta.

La frustración nos impulsa al cambio, pero como estamos frustrados, queremos cambiar. Ese sentimiento se apodera de nosotros y así nos mantenemos en constante frustración. Esto, nos quita energía en vez de aumentarla. Siéntete optimista, satisfecho por lo que tienes ahora, y alegre por lo que recibirás. ¡Así se junta energía! ¡Así se gana Poder!

Transforma los sentimientos de enojo, tristeza, desesperación, envidia, debilidad, desesperanza y crítica, por sentimientos de felicidad, agradecimiento, deseos de compartir, pasión, amor, fortaleza, fe y aceptación.

Y recuerda lo que dice el viejo adagio… "Lo que resistes, persiste".

9 de marzo de 2009

Fabula: El Cuervo y el Conejo



Un cuervo estaba sentado en un árbol, sin hacer nada todo el día. Un pequeño conejo se dio cuenta de esto y le preguntó:
¿Puedo sentarme como tú y pasarme todo el día sin hacer nada? El cuervo respondió: ¡Claro! ¿Por que no? El conejo se sentó en el suelo, y descansó. Repentinamente, apareció un lobo, saltó encima del conejo y se lo comió.


Moraleja: Para estar sentado sin hacer nada, debes estar muy, muy alto...y para estar muy alto, algun día debiste hacer todo lo necesario para llegar donde estas.

18 de junio de 2008

"El ser no se confunde con el tener o el hacer"


Cuando nos dejamos abatir por la angustia o el dolor, creemos que no hay salida a nuestros problemas. Abrimos nuestras defensas y quedamos literalmente expuestos a mayores desgracias. Esto se vuelve un círculo vicioso que puede terminar con la aniquilación del ser.

El verdadero enemigo del guerrero se encuentra agazapado en su interior.

Quiero compartir estas lineas escritas por un hermano del alma, un verdadero guerrero, con quien experimenté en nuestra juventud, junto a un gran Maestro, la maravillosa aventura de descubrirnos a nosotros mismos.


"El guerrero no confunde lo que ha vivido con lo que él "es"; no se identifica con su historia personal porque su ser esencialmente es mucho más que lo que ha pasado en su vida y cuando se enfrenta a una llamada "desgracia", trabaja hasta descubrir que aquella nunca tocó su esencia de ser, que el espíritu no fue afectado. No se aferra a su imagen de sí mismo, a una falsa identidad construida a través de un proceso mecánico e inconciente. No se vuelve adicto a una única autodefinición, y por eso ensaya cambios en su nombre, por eso constantemente modifica con metáforas la narración de lo que es y de lo que hace. Nunca confunde su ser con su nombre -que fue impuesto por otros-, o con su profesión, su rol social, sus cambiantes estados de ánimo, o con sus dolores, errores o angustias favoritas. Un guerrero vive sus experiencias; jamás permitirá "ser vivido" por ellas: no las carga más allá de lo necesario, para tomar de ellas lo que tiene que tomar".

Autor: Ziley Mora Penroz, Filósofo creador de la Ontoescritura.

28 de febrero de 2008

El Credo del Samurai

Dedicado al Maestro Matayoshi
Un verdadero Samurai
Guía Espiritual de la Escuela Bushido de Ancud, Chiloé

No tengo padres,hago del cielo y la tierra mis padres
No tengo poder divino,hago del honor mi fuerza
No tengo recursos,hago de mí humildad mí apoyo
No tengo el don de la magia,hago de mí fortaleza de ánimo mí poder mágico
No tengo vida ni muerte,hago del eterno mí vida y mí muerte
No tengo cuerpo,hago del valor mí cuerpo
No tengo ojos,hago del resplandor del rayo mis ojos
No tengo orejas,hago del buen sentido mis orejas
No tengo miembros,hago de la vivacidad mis miembros
No tengo proyecto,hago de la oportunidad mí designio
No soy un prodigio,hago del respeto al Dharma mí milagro
No tengo principios,hago de la adaptabilidad a todas las cosas mis principios
No tengo amigo,hago del espíritu mí amigo
No tengo enemigo,hago de la distracción mí enemigo
No tengo armadura,hago de la benevolencia y la rectitud mí armadura
No tengo fortaleza,hago de la sabiduría inmutable del espíritu mí fortaleza
No tengo espada,hago del silencio del espíritu mí espada

Tomado del Código Bushido

26 de febrero de 2008

El alma del Samurai

Osensei Morihei Ueshiva
Fundador del Aikido

"Ahora solo tengo esta espada. La única cosa en el mundo en la que puedo confiar. Viviré de acuerdo con sus principios, la consideraré como mi alma, y al aprender a dominarla, me esforzaré por mejorar, por convertirme en un ser humano mejor y mas juicioso."
Tomado de “El camino del Samurai” de Eiji Yoshikawa.

Sobre el autor: Prolífico escritor y novelista histórico japonés nacido en la en la prefectura de Kanagawa, en lo que ahora forma parte de Yokohama. Su verdadero nombre fue Hidetsugu Yoshikawa.
Premiado con el Cultural Order of Merit en 1960 (el mayor premio para un hombre de letras), el Order of the Sacred Treasure, el Mainichi Art Award justo antes de fallecer de cáncer en 1962. Es reconocido como uno de los mejores novelistas a nivel mundial.

(Aporte del Sensei de Aikido, Marco González Q.)

20 de febrero de 2008

Reflexiones sobre el ocio y los vicios:


La sabiduría popular ha creado una serie de aforismos en torno al Ocio y los vicios:

El hombre ocioso es vicioso: Al hombre parado, lo tienta el pecado. Al ocio no hay vicio que no le acompañe. Del ocio nace el feo negocio. Hombre ocioso, hombre peligroso. La ociosidad es madre de todos los vicios. Ociosos mozos y ociosas mozas no aumentan hacienda y causan deshonra. Ocioso, vicioso. Persona ociosa, no puede ser virtuosa. ¿Cómo quieres ver segado, lo que no fue sembrado? El ocio no queda impune: quien no trabaje que ayune. El ocio hace poltrones: Poltrones son personas que viven despreocupados de todo y permanecen descansando mucho tiempo.

El Diccionario de la Real Academia define la laboriosidad como: "aplicación o inclinación al trabajo". Entiende por ocio: "cesación del trabajo, inacción o total omisión de la actividad".

Cuando la existencia se torna monótona, mecánica, y sin sentido, el ahogo de nuestro espíritu impide que podamos imprimir a la vida un tinte mas dinámico y vital. Caemos en el ocio, en la Inercia, lo que invariablemente conduce al desorden, a la entropía, al caos, a la destrucción.
El ocio en sí genera vicios definidos como actos repetitivos e inconscientes que atentan contra nuestra voluntad; son en sí mismos el impedimento a una vida consiente y superior. Por otra parte, la fuerza del vicio radica en el conformismo. Se entiende por tal, a la actitud pasiva de darse por vencido ante las adversidades; de aceptar la naturaleza viciosa como una condición necesaria para aliviar las tensiones que provoca el continuo sentimiento de culpa y derrota. Así se provoca un ciclo que no tiene fin.

Entonces...¿Cómo podemos vencer un vicio?

Antes de llegar a intentar una respuesta es necesario reflexionar sobre algunas premisas básicas:
Comprender que se posee un vicio. Esto no implica adoptar una actitud conformista, sino más bien, aceptar la incapacidad de poder liberarse de éste defecto por sí mismo; esto nos conlleva a un segundo punto:

Ser capaz de asumir que el vicio está en mi personalidad, la personalidad a su vez esta compuesta por una serie de automatismos que bloquean y defienden la eliminación del vicio, por ello es preciso vencerse a sí mismo, romper con la inercia y activar el cuerpo.

El ser humano no puede hacer nada por si mismo pues todo le sucede. Su naturaleza, condicionada por automatismos, le impide actuar libremente, por lo que es necesario que entregue su voluntad a un Yo rector, al cual obedecer. Esto último es lo que se realiza en las Escuelas de Artes Marciales. Lo mismo se cumple en las escuelas Iniciáticas, en donde el postulante debe “entregar su voluntad” al guía o instructor, sin cuestionar sus ordenes. Otra modalidad sería el “crear” un Yo Superior..., una especie de semidiós que nos gobierne (lo que realizan algunas culturas a través de la Teurgia).

Después de estas reflexiones descubran Uds. mismos si pueden vencer sus vicios con estas recomendaciones de un conocido Maestro Espiritual:

1) Cinco a diez minutos de respiraciones profundas por la mañana. De pie, extendiendo los brazos hacia los lados al inhalar, se retiene el mayor tiempo posible y se exhala por la boca bajando simultáneamente los brazos hasta llegar al reposo.
2) Ejercicios físicos intensivos de acuerdo con su propia capacidad.
3) Sentarse en una silla bien erguido con la columna vertebral bien derecha y las manos entrecruzadas, las piernas juntas y mantenerse completamente inmóvil por el mayor tiempo posible. La inmovilidad debe ser total y completa.
4) En un momento de gran cansancio físico, al llegar a la casa a descansar, salir nuevamente y caminar algunos minutos. Durante esta caminata repetir mentalmente “ejecuto este sacrificio para que mi fuerza de voluntad crezca cada día más y más”.

Por Avedelsur

1 de octubre de 2007

La homeopatía de la violencia


El hombre muere dos veces al día, nos dice la tradición Sufí. El artista, el Místico el filósofo, o el adepto de las artes marciales, debe esforzarse en saber morir a cada momento, fundirse en cada gesto, proyectarse en cada flecha, encontrar en su propio interior la fuente única del verdadero conocimiento trascendental y de la inspiración. Esta es la Ley básica del verdadero progreso y la enseñanza mil veces repetida y jamás del todo comprendida, de los grandes maestros de la vía. La lucha exterior es siempre la consecuencia visible de la propia guerra interior, la eterna batalla del alma por la conquista de sí misma.
Las artes marciales a condición de ser estudiadas dentro de un marco espiritual, aparecen como técnicas de una extraña eficacia en la búsqueda del equilibrio y la paz interior. El no iniciado en las practicas de estas ciencias, se preguntará con toda justicia ¿Cómo se puede llegar a la paz a través de la violencia? Por respuesta evocaríamos el antiguo principio que dice “lo similar se cura con lo similar”. Es necesario buscar en uno mismo las raíces de la guerra, de la injusticia, o de la ignorancia y combatirlas con una singular terapia; un poco de violencia en el momento oportuno, en la dirección oportuna, y con la dosis oportuna. Hacer estallar la guerra exterior con un poco de guerra interior.
Las artes marciales son la homeopatía de la violencia. Esta declaración tomará por sorpresa a numerosos practicantes del Budo en Occidente, que sin saberlo se han estado entregando durante largos años a una verdadera autocuración que nos lleva al encuentro de la perdida unidad del Ser.

Palabras de un Sensei