2 de mayo de 2010

Autoestima y Asertividad en las Artes Marciales Tradicionales:



Es importante destacar que autoestima y asertividad no es lo mismo que narcisismo y agresividad. Mientras el narcisismo es el grandioso sentido de la propia importancia, la autoestima es el aprecio hacia uno mismo – pero incluye el respeto y aprecio hacia los demás. La asertividad es una forma de autoafirmarse: de hacerse valer y conseguir lo que es justo, pero sin agresividad y conservando el respeto hacia los demás. Quizás aquí está la llave por qué el arte marcial tradicional aumenta la asertividad, pero disminuye la agresividad: muchas personas son agresivas precisamente por una falta de autoestima; sus sentimientos de inferioridad no permiten otra conducta, sienten una necesidad de denigrar a los demás para sentirse mejor o superior ellos (afán de superioridad). Por eso, una persona con buena autoestima no tiene necesidad de ser agresiva. Curiosamente, aunque se supone que el arte marcial prepara para enfrentarse a un posible ataque, algunos alumnos (sobre todo los jóvenes) comentan que se ven menos implicados en luchas callejeras. ¿Por qué? La práctica del arte marcial, a la hora de aumentar la autoestima y auto confianza, puede dar una sensación de mayor capacidad para defenderse, y ésta se traduce en una actitud más tranquila y a la vez más resuelta a la hora de encontrarse con un posible atacante en la calle, y éste, al percibir esta actitud, puede desistir de antemano. Es importante tener en mente: La asertividad previene un ataque, mientras que la agresividad lo provoca.

De lo anteriormente dicho podemos de deducir que el arte marcial es beneficioso para el bienestar psicológico en personas sanas y puede tener efectos psicosociales muy positivos en niños y adolescentes con problemas, porque aumenta la autoestima y la asertividad y disminuye la agresividad y la disposición violenta. Además, no es una actividad exclusivamente para niños y adolescentes intrépidos. También es una práctica de la cual pueden disfrutar y beneficiarse adultos de todas las edades; aunque se recomienda, igual que para cualquier otra actividad deportiva, hacerse un reconocimiento médico previo y escoger un estilo que use elementos tradicionales, técnicas vigorosas pero no violentas y un contacto físico muy controlado.

Aporte de la Escuela Tradicional de Aikido “Bushido” de Chiloé.